Expandiendo cada uno de los puntos de Freddie Mac:
La propiedad de vivienda puede ayudarte a construir capital con el tiempo.
La Reserva Federal informa que el valor neto de un propietario de vivienda es 44 veces mayor que el de un inquilino ($254,900 frente a $5,790).
Tus pagos mensuales permanecerán estables.
Cuando compras una casa con una hipoteca a tasa fija, la mayor parte del pago (capital e interés) permanece constante. Por otro lado, los alquileres aumentan. Tu gasto en vivienda es mucho más estable si eres propietario en lugar de inquilino.
Podrías tener algunos beneficios fiscales.
Según el Libro de Información del Centro de Política Fiscal – “Una guía para el ciudadano sobre los fascinantes (aunque a menudo complejos) elementos del sistema fiscal federal” – existen varias ventajas fiscales al ser propietario de una vivienda.
Aquí hay cuatro elementos del Libro de Información:
- Deducción de intereses hipotecarios
- Deducción de impuestos sobre la propiedad
- Alquiler imputado
- Ganancias de la venta de la vivienda
Puedes sentir orgullo de ser propietario.
La mayoría de las encuestas muestran que un factor importante al comprar una casa es la libertad que tienes para diseñarla a tu manera. Desde los colores de las paredes hasta los accesorios del jardín, no necesitas el permiso de un arrendador para hacer que la casa se sienta como un hogar.
La propiedad de vivienda mejora tu comunidad.
La propiedad de vivienda crea estabilidad, un sentido de comunidad y aumenta la participación cívica. Es una manera de fortalecer tu área local y aportar valor a tu vecindario.
Conclusión
Los beneficios de la propiedad de vivienda van mucho más allá de lo básico. Ser propietario de una vivienda es, en realidad, una forma de construir libertad financiera, encontrar mayor satisfacción y felicidad, y tener un impacto significativo en tu comunidad. Si ser dueño de una casa es parte de tu sueño, contacta con tu Programa de Propiedad de Vivienda para Empleados para obtener información y orientación sobre cómo comenzar.
